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Los rascadores están montados en cilindros hidráulicos para limpiar de cualquier suciedad, viruta, partículas extrañas, polvo, etc., de los vástagos en su carrera de retorno, previniendo así la contaminación del medio hidráulico, que en caso contrario dañaría aros de guías, juntas y otros componentes.
Dependiendo de la aplicación, se pueden usar rascadores de simple o de doble efecto.
Los rascadores de simple efecto están diseñados para no dejar entrar la contaminación de exterior.
Los rascadores de doble efecto tienen la función adicional de optimizar el sistema de estanqueidad y limpiar la película del fluido residual existente para evitar cualquier fuga externa.
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